Christophe Hay, chef estrellado de la Maison d’à Côté

«El respeto es el principio que rige todas mis decisiones. Respeto por la naturaleza, por la tierra, los artesanos y los productores locales. Y, naturalmente, respeto por las personas que trabajan con nosotros día tras día.»

Dos galardones y dos estrellas
que premian el trabajo responsable

Con «La Maison d’à Côté» Christophe Hay regresa a su hogar para ofrecer a sus clientes lo mejor de su cuidada selección de productos e ingredientes en un ambiente cálido y confortable. Empezando por su cuidada selección de productores locales y acabando por la utilización de materiales de construcción sostenibles, Christophe Hay ha hecho realidad su sueño de construir un lugar que esté en perfecta armonía con la naturaleza y el entorno. Su enorme dedicación y compromiso le valió en 2019 la segunda estrella Michelin y en 2020 el premio «Green Macaron».

Proximidad y exquisiteces singulares

Muy vinculado a su tierra, Christophe Hay decidió trabajar con productos locales singulares procedentes principalmente de la Val de Loire, por un lado para dar a conocer su región y, por el otro, para preservar sus tradiciones culinarias. Su respeto por la naturaleza, los recursos naturales y el medio ambiente le llevó a construir un huerto de 3000 m² con ayuda de su jardinero Alain Gaillard. Las carnes que se sirven en el restaurante proceden también de una granja propia de reses Wagyu situada en suelo francés, que dirige y supervisa su amigo y ganadero Yvan Dersoir. Con ello, Hay consigue hacer realidad su sueño de deleitar a sus huéspedes con una cocina tan extraordinaria como ética y sostenible.

Responsabilidad hasta en el más mínimo detalle

Desde el mismo momento en el que decidió regresar a su hogar y montar su propio proyecto, Christophe Hay tenía muy claro que quería preservar el ecosistema. El empleo de materiales de aislamiento sostenibles, equipos de recuperación de calor y energías renovables, sumado a la producción de su propio compost, son algunos ejemplos de ello. El «»deseo de hacerlo cada vez mejor»» se refleja en todas y cada una de sus decisiones. De ahí que, por respeto a la naturaleza y a sus trabajadores y trabajadoras, Hay apostara desde el primer momento por los productos de limpieza ecológicos de Werner & Mertz.

El concepto de turismo de Paul Canarelli

«Murtoli es mucho más que un hotel. Es un homenaje al legado de nuestros ancestros, un legado en armonía con la naturaleza.»

Viaje al pasado
«Murtoli», el otro hotel

Cuando Paul Canarelli diseñó su proyecto de hotel, fue mucho más allá de cualquier convencionalismo y desarrolló un nuevo concepto de turismo totalmente visionario. Un modelo turístico integral que no pone el foco en el turista, sino en el protagonismo del entorno natural y en la preservación del paisaje. Un turismo que revive el legado de aquellos antecesores que cultivaron la tierra.

En el centro de su modelo se encontraba Córcega, un destino turístico muy singular y una región prácticamente única en el mundo. Aquí fue donde el sueño de Canarelli se hizo realidad, concreta mente en Murtoli, una belleza oculta que el empresario llenó de vida con su pasión y determinación. Su objetivo era poner en valor el legado de nuestros ancestros, de aquellos campesinos, granjeros, pastores y posaderos que tiempo atrás habitaron esas tierras.

Con su proyecto, Canarelli ha querido rendir homenaje a nuestro pasado conservando la arquitectura autóctona y los materiales humildes de construcción. Todo en perfecta armonía con la naturaleza. De este forma, los huéspedes del hotel Murtoli pueden vivir una experiencia única rodeados de una naturaleza prácticamente virgen que, a pesar del turismo, tiene que seguir siéndolo. De ello se encarga el equipo del hotel, que cuida la flora y la fauna como si de una reserva natural se tratara. Valores como la responsabilidad y el respeto por las personas y la naturaleza determinan el trabajo diario de todos los implicados en el proyecto. La decisión de utilizar los productos de limpieza ecológicos Green Care Professional fue para todo el mundo, por tanto, una decisión lógica. Productos que no dejen residuos ni tengan un impacto negativo en la naturaleza para poder preservar este legado único.

Christoph Aribert, chef estrellado de la Maison Aribert

«La cocina es mi pasión, y esta maison es el inicio de una aventura colectiva que empieza en las cocinas pero que va mucho más allá de las paredes de este restaurante.»

El chef con dos estrellas Michelin regresa a su hogar con un concepto de restaurante muy singular

Una carrera brillante y dos estrellas Michelin han llevado a Christoph Aribert a lanzar su proyecto más personal: la Maison Aribert, un hotel restaurante con aires contemporáneos en la localidad francesa de Uriage-les-Bains, cerca de Grenoble. El amor por su tierra natal y su firme compromiso con la protección del medio ambiente y de los bosques y montañas de Isère han hecho del edificio que alberga el hotel restaurante todo un ejemplo de arquitectura sostenible. Estos esfuerzos le valieron en enero de 2020 el premio «Green Macaron».

¿Por qué es tan especial la Maison Aribert?

Junto con el arquitecto local Joëlle Personnaz, Aribert recuperó una construcción con más de 150 años de historia ubicada a las afueras de su ciudad natal. Pero Personnaz y Aribert hicieron mucho más que renovar el edificio: aplicando principios del diseño bioclimático, como el aislamiento con lana de madera, la recogida de agua de manantial, una cubierta ajardinada, una caldera de pellets y electricidad verde procedente de Grenoble, consiguieron crear un edificio que prácticamente no tiene ningún impacto negativo sobre el medio ambiente. Cada detalle está pensado para que el conjunto arquitectónico sea sostenible: materiales ecológicos, sábanas de algodón de comercio justo y productos de limpieza y mantenimiento de base biológica, entre otros.

De ahí que el propietario del establecimiento se haya decidido por los productos ecológicos de la marca Green Care Professional de Werner & Mertz. Los dos proyectos comparten la misma filosofía. Y es que la apuesta por la economía circular de Werner & Mertz se traduce en la Maison Aribert por una política de «»cero residuos»» y un huerto donde cultivan sus propias hortalizas. Además, todo lo que no se puede cocinar acaba felizmente en la pila de compost.

Para limpiar la Torre Zimmer de Lier se utilizan los productos ecológicos Green Care Professional, lo cual la ha convertido en un ejemplo de sostenibilidad.

Antes de que fuera bautizada como Torre Zimmer, en el siglo XIV era una simple torre de defensa de la muralla que protegía la ciudad. El nombre actual es un homenaje al relojero belga Louis Zimmer (1888-1970), el autor del «Reloj del Centenario» que luce hoy la torre en su cara frontal. Se trata de un reloj muy especial en el que 12 relojes pequeños rodean un gran reloj central con 57 esferas y que permite saber simultáneamente la hora del día en todos los continentes de la Tierra, las fases de la luna y las mareas.

En el año 1960 se construyó un pabellón al lado de la torre para mostrar otra de las obras de arte de Zimmer: los Wonderklok. Estos «relojes fantásticos» se construyeron en Bruselas para la Exposición Universal de 1935 y se expusieron después en los Estados Unidos. Incluso Albert Einstein quedó fascinado con los relojes y felicitó a Zimmer por los extraordinarios mecanismos que incorporaban. Uno de los relojes, por ejemplo, necesita 25.800 años para que sus agujas den toda la vuelta, lo cual equivale exactamente al período de precesión del eje de la Tierra. Más tarde, Zimmer incorporó al reloj de la torre un planetario mecánico, por lo que no es de extrañar que fuera declarada patrimonio histórico ya en 1980.

Para la limpieza del Museo Zimmer se utilizan desde 2019 productos de la gama Green Care Professional de Werner & Mertz. Puesto que el exceso de humedad podía dañar los relojes, decidimos afrontar este reto rediseñando todos los procesos de trabajo y métodos de limpieza en estrecha colaboración con los responsables del museo, a fin de poder cumplir todos los requisitos que exigen estas delicadas obras de arte.

En pocas palabras, conseguimos:

• Cambiar los productos convencionales por productos ecológicos Green Care Professional
• Desarrollar procesos de trabajo y métodos de limpieza específicos

Amberes utiliza los productos de limpieza ecológicos Green Care Professional y se ha convertido en un ejemplo de sostenibilidad

La estación central Antwerpen-Centraal presenta un estilo arquitectónico inclasificable que combina armoniosamente legados del pasado con elementos contemporáneos. Con su singular arquitectura, esta estación se ha convertido en la candidata perfecta para ganar el premio de «»estación de tren más bella del mundo»». Para los belgas, esta estación es además un testimonio vivo del rol pionero que su pequeña nación desempeñó en los primeros días de la industria ferroviaria.

Construida en la época de esplendor del transporte ferroviario belga, Antwerpen-Centraal —también conocida como «»la estación del medio»»— facilitó las entradas y salidas de la ciudad de Amberes a miles de pasajeros. Y es que en 1835, pocos años después de conseguir su independencia, Bélgica se convirtió en el primer país europeo con una línea ferroviaria pública. La estación término de Amberes desempeñó un papel crucial en esta primera época del ferrocarril, y para resaltar este valor simbólico entre 1895 y 1905 se sustituyó el edificio original de madera por la construcción actual.

Hoy la estación cuenta con cuatro plantas amplias y espaciosas que desprenden un aire muy especial. Uno de los grandes méritos del equipo encargado de la renovación fue conservar las funciones originales de la estación e incluso añadir algún elemento histórico más, convirtiéndola en una de las estaciones de tren más bonitas del mundo, que esperamos poder disfrutar muchos años más. Este fue uno de los motivos por los que Green Care Professional entró en escena. Algunos rincones, utilizados durante años como urinarios improvisados, presentaban una suciedad extrema, por lo que en el año 2019 se decidió empezar a limpiarlos con la solución especial BIOBACT para satisfacción de pasajeros y trabajadores.

En pocas palabras, conseguimos:

• Limpiar los «»urinarios improvisados»» de manera eficaz y rentable
• Mejorar el grado de limpieza y el olor
• Incrementar la satisfacción de pasajeros y trabajadores de la estación

Chirohuis Heibrand Westmalle, el segundo parque natural más grande de Bélgica, utiliza los productos de limpieza ecológicos Green Care Professional y se ha convertido en un ejemplo de sostenibilidad.

«Para algunos, correr por el monte, acampar, hacer fuego o pasar el primer fin de semana lejos de los padres estaba asociado con pertenecer a los Boy Scouts; para los jóvenes belgas, sin embargo, ha estado siempre asociado con Chiro Flanders. Hace ya más de setenta años que esta organización juvenil adquirió su propio terreno y lo convirtió en un lugar de acampadas y recreo para los jóvenes belgas. Entretanto puede alojar hasta 248 jóvenes.

En calidad de organización estrechamente vinculada a la naturaleza y a las generaciones jóvenes, Chiro Flanders intenta inculcar valores como la sostenibilidad y la protección del medio ambiente poniéndolos en práctica para dar ejemplo a niños y jóvenes. Después de que en 2019 el estado recortara la subvención pública que otorga a esta organización, la dirección de la entidad acudió a nosotros en busca de ayuda. Querían reducir costes, pero no a costa de la calidad ni del medio ambiente.

Gracias a una excelente colaboración y a nuestra dilatada experiencia de décadas bastaron unas pocas medidas para obtener los primeros resultados. El cambio a productos de limpieza más eficientes y más sostenibles de nuestra marca Green Care Professional permitió reducir los costes e incrementar, al mismo tiempo, la calidad de la higiene. A menudo, cuando se implementan cambios de este tipo nos solemos olvidar del personal de limpieza. Implicarlos desde el principio, por el contrario, aumenta su grado de motivación y contribuye, por tanto, al éxito de los cambios. En Chiro Flanders pudimos incrementar también la calidad de la higiene porque desde un principio se formó al personal de limpieza y se contó con su colaboración activa.

En pocas palabras, conseguimos

• Mantener los costes de limpieza dentro del presupuesto
• Mejorar la sostenibilidad global
• Personal más motivado gracias a productos más ecológicos
• Mejor higiene y, con ello, huéspedes más satisfechos»

Gante, la segunda ciudad más grande de Flandes, utiliza los productos de limpieza ecológicos Green Care Professional y se ha convertido en un ejemplo de sostenibilidad.

Aprovisionamiento verde en Gante

En 2008 el ayuntamiento de Gante puso en marcha un plan de acción para la sostenibilidad (Gent 2020) que contemplaba más de 100 medidas e iniciativas para hacer de Gante una ciudad más sostenible, incluida una estrategia de aprovisionamiento verde. La primera medida de esta estrategia de aprovisionamiento verde se puso en marcha en 2012 y el alcalde de la ciudad la renovó en 2014.

Tiene que ver con los servicios de limpieza municipales, que en los últimos años se han ido transformando para poder ser cada vez más sostenibles, entre otros mediante la utilización de productos de limpieza 100 % sostenibles. Hoy, Gante solo compra productos que cumplan los criterios de la Etiqueta Ecológica Europea y fue la primera ciudad que incorporó productos certificados Cradle to Cradle® para la limpieza de sus edificios y equipamientos. En la ciudad hay más de 340 equipamientos – edificios de oficinas, escuelas, museos, etc. – que utilizan los servicios de limpieza municipales. Además, el ayuntamiento de Gante actúa como central de compras para un gran número de entidades públicas.

Acerca de la ciudad de Gante

La ciudad de Gante tiene su origen en un asentamiento celta que surgió en la confluencia de los ríos Schelde y Leie. En la Edad Media, Gante se convirtió en una de las ciudades más grandes y más importantes de Europa gracias al floreciente negocio del comercio de telas. Contribuyeron también a su prosperidad la industria del lino y los derechos de almacenamiento de grano adquiridos por la ciudad. Tras un breve periodo calvinista, la ciudad sufrió una paulatina degradación hasta que, a finales del siglo XVIII, Gante se convirtió en una de las primeras ciudades industrializadas del continente europeo.